EL SECRETO DE LA CONTEMPLACIÓN
“El que dice que permanece en Él, debe andar como Él anduvo”. 1 Juan 2:6
Solo los que respondan al llamado de contemplarlo continuamente podrán responder al desafío de ser verdaderos discípulos.
- · El discipulado comienza con el pueblo de Dios, al contemplar corporativamente la gloria de Dios en el rostro de Jesús.
- · La vida de un discípulo no debe reducirse únicamente a la modificación del comportamiento. Es muy posible vivir una vida disciplinada y adoptar un comportamiento moral sin contemplar a Dios ni conocerlo. ¡¡ESTAMOS LLAMADOS A SER COMO JESÚS, NO SOLO A ACTUAR COMO ÉL!!.
Entonces… ¿Cuál es la meta de ser discipulado?
La meta del discipulado es la manifestación de Dios en un pueblo tal como Él se manifestó en Jesús.
- · En el monte Sinaí (Éxodo 19) Dios convocó a su pueblo para que puedan contemplarlo y desarrollar un temor reverente que los libre del pecado. Una simple advertencia acerca de la importancia de la santidad y de no acercarme de una manera inadecuada, fue suficiente para que el pueblo de Israel, no solo decida no subir la montaña, sino que en su lugar construyera un becerro de oro. Ellos decidieron cambiar la gloria de Dios por la imagen de un toro “que come hierba” (Salmos 106:20).
“Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor”. 2 Corintios 3:18
Estar cerca de la gloria de Dios no es suficiente. Un líder que contempla a Dios no es suficiente. Debemos contemplarlo en comunidad. Debemos enfrentar el temor de Dios, y debemos ser transformados. — Samuel Whitefield
- · Entonces, el secreto de la transformación está escondido en el principio de la fascinación. Contemplar la belleza de algo o alguien produce fascinación, y la fascinación es la mejor manera de transformar a una persona. MOISÉS ESTABA FASCINADO POR LA PRESENCIA DE DIOS, Y ESE ESTADO DE FASCINACIÓN LO TRANSFORMÓ EN UN LÍDER INFLUYENTE.
- · Tal vez deberíamos medir la madurez en la Iglesia por la fascinación y el creciente deseo y hábito de contemplar la belleza de Dios en la persona de Jesús.
- · Las personas que están fascinadas por Jesús sacrificarán voluntariamente mucho más que las personas devotas pero no fascinadas.
Dios no se hizo hombre para mejorar tu vida, vino para hacerte como Él.
- Aplicación:¿Qué estas contemplando en este tiempo? Te conviertes en aquello que contemplas o admiras. Te conviertes en aquello a lo que estas expuesto a diario. ¿De qué formas podemos contemplar la belleza de Cristo y Su carácter?