EN QUÉ CREEMOS

Por fin, buenas noticias!

Dios creó el universo desbordante de bondad, una creación que reflejaba completamente su carácter. Este era un mundo en perfecta armonía, donde el mal, el sufrimiento y la muerte no tenían cabida.

El ser humano, diseñado como obra maestra de Dios, reflejaba su esencia en la tierra, manteniendo cuatro relaciones perfectas: con Dios, consigo mismo, con los demás y con el planeta. A la humanidad se le confió la responsabilidad de administrar la creación, representando la voluntad divina en la tierra.

Sin embargo, surgió la rebelión. El ser humano, buscando la independencia de su creador, fracturó esas cuatro relaciones esenciales, sumiendo al mundo en la decadencia. Esta rebelión no solo distanció a la humanidad de Dios sino que también desencadenó conflictos, deseos egoístas y sufrimiento, corrompiendo la creación.

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Juan 3:16
Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
Romanos 5:8
Mas el que fue sembrado en buena tierra, este es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno.
Mateo 13:23

La buena noticia es que Dios, lejos de abandonarnos, prometió restaurar este mundo fracturado. Jesús es el centro de este plan de restauración. Encarnando el amor divino, Jesús se identificó con nuestras rupturas, asumiendo la culpa de nuestra rebelión y sacrificándose por nosotros. Su ruptura en la cruz fue el camino para nuestra restauración.

Hoy, como seguidores de Jesús, participamos en la restauración de esas rupturas fundamentales. Estamos aprendiendo a vivir en comunión con Dios, sanando desde nuestro interior, reconciliándonos con los demás y cuidando activamente de la creación. Nuestra misión es ser agentes de cambio, manifestando la voluntad de Dios en un mundo marcado por la rebelión, desafiando las fuerzas del mal y llamando a todos a reconciliarse con su Creador.

Ahora podemos vivir vidas plenas.